Contaminacion aire hogar NeumoTeknon

La contaminación del aire supone un riesgo importante para la salud. En el mundo, cada año se producen siete millones de muertes debidas a la contaminación del aire, 3,8 de ellas atribuibles a la contaminación del aire interior, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El aire de espacios cerrados puede resultar incluso más tóxico que el de espacios abiertos, ya que los seres humanos pasamos la mayor parte del tiempo en el interior de edificios, según los expertos.

En el interior se generan contaminantes que son factores de riesgo para muchas enfermedades del aparato respiratorio. El asma, la EPOC, las infecciones respiratorias o la rinitis son las principales, aunque también pueden producirse otras como la neumonitis por hipersensibilidad u otras enfermedades intersticiales difusas.

Contaminantes químicos

A continuación, se resumen las fuentes de contaminantes químicos más frecuentes en espacios interiores. El tipo y las patologías derivadas dependen de la localización geográfica y de los condicionantes culturales.

  • Calefacción, cocinas, estufas y refrigeradores. En países no desarrollados, el empleo de biomasa como combustible para cocinar o calentar los hogares es la fuente principal de contaminantes químicos. En los países desarrollados, lo son las combustiones con mala ventilación o mantenimiento deficiente de aparatos de calefacción, cocinas, estufas, refrigeradores y hornos de gas. Liberan principalmente monóxido de carbono, pero también otros contaminantes como monóxido de nitrógeno, dióxido de nitrógeno o dióxido de azufre.
  • Materiales de construcción, mobiliario y decoración.
    • El asbesto, también conocido como “amianto” se utilizaba hasta hace poco tiempo en la construcción de edificios. Hoy en día no se usa, pero sigue siendo fuente de contaminación durante la realización de reformas o trabajos de mantenimiento, y también por degradación de materiales que lo contienen.
    • La madera contrachapada, paneles y aglomerados que se usan en la fabricación de muebles emiten contaminantes químicos como el formaldehído, que es carcinógeno.
    • Pinturas, resinas y barnices utilizadas comúnmente para pintar paredes, ventanas, estructuras o muebles contienen otro contaminante muy tóxico: el benceno, que también es carcinógeno (presente también en el humo del tabaco).
    • Velas, incienso o perfumes contienen contaminantes químicos perjudiciales al ser inhalados.
  • Material de oficina: Ordenadores e impresoras contaminan el aire de la habitación en la que están ubicados.
  • Productos de limpieza, insecticidas y pesticidas: la exposición prolongada a productos químicos agresivos es perjudicial para la salud respiratoria y pueden ser cancerígenos.
  • Productos de aseo personal. Aunque en bajas concentraciones, contienen partículas irritantes para el aparato respiratorio.

Contaminantes físicos: el radón

Después del tabaco, el radón es la segunda causa de cáncer de pulmón. El radón es un gas de origen natural, inodoro e incoloro, que se produce a partir de la desintegración natural del uranio, presente en suelos y rocas.

El radón llega al aire de espacios interiores desde el suelo, en función de la cantidad de uranio presente, las vías que encuentra para filtrarse en las viviendas y la ventilación. Suele alcanzar concentraciones elevadas en sótanos, bodegas y espacios habitables que están en contacto con el terreno. También puede encontrarse en el agua proveniente de manantiales o pozos. El radón disuelto en agua puede pasar al aire de los espacios interiores.

Hasta la fecha no se ha encontrado relación entre la presencia de radón en el agua potable y un mayor riesgo de cáncer de estómago, pero cuanto menor sea la concentración de radón en una vivienda, menor será el riesgo de cáncer de pulmón.

Contaminantes biológicos

Las endotoxinas bacterianas, los hongos y los ácaros del polvo son los principales contaminantes biológicos, presentes en ropa de cama, alfombras y muebles. Los niveles de contaminación biológica en el interior dependen de las condiciones climatológicas y de la limpieza.

La humedad y el calor favorecen el crecimiento microbiano. Hay que tener mucho cuidado con los humidificadores que usa agua recirculada que actúan como reservorios y con los sistemas de ventilación, que si no están limpios y desinfectados pueden incrementar el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas.

Recomendaciones

  • Asegurar una buena ventilación
  • Usar limpiadores de aire portátiles
  • Utilizar una buena calefacción
  • Adquirir productos ecológicos y más naturales
  • Evitar el uso repetitivo de productos tóxicos
  • Evitar fumar en espacios interiores

En caso de pacientes con asma, EPOC u otras afectaciones respiratorias, tenerlas bajo control médico para aumentar el riesgo derivado de la contaminación del aire ambiental o doméstico.

Finalmente, modificar la dieta y complementarla con antioxidantes o agentes inflamatorios, porque una dieta equilibrada se asocia con una disminución del riesgo de enfermedades crónicas.

Fuentes de información